Rogad por nuestras almas
ante tu hijo, quien
demostrando humildad
y amor puro, se entrego
a la cruz para salvar
nuestros pecados.
Las lagrimas que
brotaron de tus
contemplabas el
martirio de su
dolor, demuestran
en ti la grandeza
de tu vida.
Deja caer en
nosotros ese
bálsamo de amor
que entregaste a
tu hijo en la cruz.
Amen
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