lunes, 22 de septiembre de 2014



Rogad por nuestras almas
ante tu hijo, quien
demostrando humildad
y amor puro, se entrego 
a la cruz para salvar 
nuestros pecados.

Las lagrimas que
brotaron de tus 
mejillas cuando
contemplabas el 
martirio de su 
dolor, demuestran
en ti la grandeza 
de tu vida.

Deja caer en 
nosotros ese 
bálsamo de amor
que entregaste a 
tu hijo en la cruz.

Amen  

No hay comentarios:

Publicar un comentario